lunes, 3 de marzo de 2008

La construcción del Cusco como escenario de ‘irracionales’ y ‘violentas protestas’

... o cómo contribuir entusiastamente a escindir aun más el país.

Irracionales, ignorantes, resentidos, chovinistas, terroristas son algunos de los adjetivos con los que cierta prensa capitalina, con algunas honrosas excepciones, y los representantes del gobierno nacional se han referido a los cusqueños que persisten en protestar y pedir la derogatoria de las leyes 29164, 29167 y su modificatoria 29202.[1]

El conflicto se ha dado sobre todo en relación a la ley 29164 que permite dar en concesión áreas de inmuebles de propiedad pública que son patrimonio cultural de la nación para la construcción de hoteles de 4 y 5 estrellas y restaurantes de 4 y 5 tenedores. Esta concesión supondría una previa autorización del INC que tendría a su cargo establecer las “condiciones específicas de ubicación, delimitación, capacidad de carga, tipo y condiciones del servicio turístico, y otras condiciones técnicas y exigencias que permitan la efectiva y adecuada conservación y protección del patrimonio cultural”. Los fondos obtenidos serían destinados a la “recuperación, restauración, conservación, puesta en valor y desarrollo sostenible de los bienes inmuebles integrantes del patrimonio cultural de la Nación”

La oposición de los cusqueños a esta norma fue rápida y generalizada. Salvo un pequeño sector de los empresarios y cierto sector de trabajadores formales de empresas turísticas, los cusqueños no estaban de acuerdo con la medida. La primera protesta fue la de los estudiantes de la Universidad Nacional San Antonio Abad que se llevó a cabo en la segunda semana de enero y que fue reprimida con inusual violencia por la policía (tanto así que el rector de la universidad anunció que iba denunciar penalmente al responsable policial).

El 23 de enero se realizó una masiva marcha de protesta en la que participó una sorprendente cantidad de organizaciones y la ciudadanía cusqueña en general. Esta fue realizada de forma absolutamente pacifica y fue celebrada y calificada como una fiesta cívica por el periodismo cusqueño. “La marcha cívica, realizada ayer en Cusco fue masiva y contundente, fue verdadera fiesta democrática. Creemos que solo una o dos veces se realizó una manifestación igual en nuestra ciudad. Resultó una protesta ejemplar, donde el Gobierno Regional, las municipalidades provinciales y distritales participaron activamente de manera ejemplar rechazando las leyes 29164 y 29167 por atentatorias a nuestro patrimonio. Fue tanta la concurrencia que parecíamos estar en el desfile cívico por las fiestas del Cusco.”[2] El Congreso entonces derogó la 29164 en primera votación, sin embargo no tomó acción alguna respecto a la 29167. Entonces se llevó a cabo un paro regional de 24 horas el 7 de febrero que también fue totalmente pacífico y acatado masivamente.[3] “Las calles vacías, comercios cerrados y apenas unos cuantos vehículos recorriendo la ciudad evidenciaron la contundencia del paro regional de ayer que luego congregó a mas de cien mil personas que marchaban por la Plaza de Armas… Fueron tres horas de interminable movilización de sindicatos de trabajadores, organizaciones juveniles, asentamientos humanos, pueblos jóvenes, asociaciones de comerciantes de mercados y otros que con una sola voz marchaban exigiendo la derogatoria inmediata de las leyes privatistas del patrimonio cultural”.[4]

Para entonces el conflicto ya figuraba claramente en los medios nacionales, muchos de los cuales minimizaban las protestas, las adscribían a minorías radicales y empezaban a derramar adjetivos. El Comercio, por ejemplo, sostuvo en su editorial: “Esperamos que el Congreso no se deje doblegar por la prepotencia de algunos sectores cusqueños… Esta norma, de modo absurdo, es ahora rechazada por grupos obtusos y radicales, los mismos que antes se opusieron a la inversión en Camisea… Fuera de cualquier motivación chauvinista o politiquera, no se puede perder de vista que el objetivo es la revalorización cultural de innumerables inmuebles y espacios históricos”[5]

El 13 de febrero el Congreso dio marcha atrás en la derogatoria pero introdujo modificaciones a las leyes 29164 y 29167 que figuran en la ley 29202. Estas permitirían que la decisión de aplicar o no estas leyes en cada región dependiera de cada gobierno regional. El Congreso, el ejecutivo y los medios de comunicación de la capital consideraron que ya se había resuelto el problema.

Sin embargo esto no cambió el ánimo de la mayoría de cusqueños. Los medios de comunicación, los líderes sindicales y la gran mayoría de la población no vieron con buenos ojos la modificación. Se convocó inicialmente a un paro indefinido que no cuajó. Parecía que no había consenso en los líderes de sindicatos y organizaciones de la sociedad civil respecto a qué se debía hacer ante la modificatoria de las leyes. Tanto el Gobierno Regional como la Municipalidad Provincial se pronunciaron sosteniendo que el paro ya no tenía razón de ser. Sin embargo, la Asamblea Regional, liderada por el Secretario General de la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco, convocó a un paro de 48 horas para los días 21y 22 de febrero exigiendo la derogatoria de las normas en cuestión.

Me incluyo entre los que pensaban que en estos dos días la paralización no sería tan contundente como en el paro anterior. Pero no sucedió así. Ambos días fueron paros contundentes. Uno de los elementos que contribuyó a esto, fueron las infortunadas y reiteradas declaraciones de representantes del gobierno. El 15 de febrero el presidente de la ‘Comisión Extraordinaria de Alto Nivel encargada de la organización de la Cumbre del APEC’, y vicepresidente Giampietri, sostuvo que se estaba evaluando que el Cusco ya no sea sede de APEC debido a las supuestamente violentas protestas: "Los problemas están a la vista. Imagínense que tomen el aeropuerto. Imagínese que a vísperas de una cumbre sucedan hechos de violencia. Nos desgraciamos para siempre".[6] Esto fue reafirmado por el primer ministro y por la ministra de Comercio Exterior y Turismo. Esta sostuvo que "si no hay garantías, yo no puedo llevar a los ministros de Turismo de la APEC a esa ciudad".[7] De esta forma las protestas cusqueñas empezaron a ser calificadas desde Lima como violentas. Por ejemplo, Alfredo Bullard escribía el 18 de febrero:

Es alucinante la barbaridad que se puede hacer en nombre de la cultura. Bloquear vías y aeropuertos, destruir propiedad privada y pública, paralizar Cusco y hasta amenazar con invadir el mismísimo Machu Picchu para evitar que haya inversión privada en bienes del patrimonio cultural. Incultos defendiendo la cultura.[8]

Quizás una combinación aun más ilustrativa entre la acusación de violentismo, ignorancia e irracionalidad es la alucinante caricatura de Alfredo Marcos publicada el 18 de febrero en el diario La República. :

Alfredo. La República, 18 de febrero de 2008.

Cito extensamente a Gustavo Faverón en su comentario de esta joya:

Los indios y el avión, entonces, son los cusqueños y el gobierno central; los regionalistas y el Estado; los primitivistas y el desarrollo; los indígenas y el Perú moderno; el pasado y el futuro; etc. También, lamentablemente, son la imagen de la turba estúpida que cree que es posible derribar un avión tirando lanzas y flechas. La idea es clara: solo los indios ignorantes son capaces de oponerse al inexorable plan de García.

No se trata, entonces, solamente de una señal de desprecio: también es una representación de la inevitabilidad del poder y de los motivos por los cuales es enteramente natural que Lima gobierne a las provincias: porque, para Alfredo, para Alan, las provincias son incapaces de gobernarse a sí mismas.

Uno quisiera decir que ese menosprecio patente por los peruanos del interior es sólo cosa del alanismo. Pero no. Ojo. La idea de que si los cusqueños creen tener una respuesta mejor que la del gobierno central en el tema de la promoción turística, entonces los cusqueños son "cojudos", tiene exactamente el mismo transfondo de aquella otra noción genial, la de Jaime Bayly y Pedro Pablo Kuczynski cuando señalaban que ciertas opciones políticas defendidas en los Andes eran producto de la falta de oxigenación del cerebro de los serranos […] Lima (lo peor de Lima) piensa que su poder sobre las provincias se justifica en la tendencia al atraso y la estupidez de "los indios". Exactamente igual que hace doscientos años. Exactamente igual que hace quinientos años. Y curiosamente, cuando eso pasa, son los autoproclamados "neoliberales" los que defienden el centralismo, la mano dura, la imposición de las ideas de la capital, la implementación de legislaciones unitarias, etc.[9]

La criminalización de la protesta cusqueña fue posible, en parte, vinculándola a los lamentables hechos de violencia que ocurrieron en esos mismos días (del 17 al 19) en el marco del Paro Nacional Agrario. En el murieron cuatro personas y todo parece indicar que al menos dos de ellos fueron resultado de disparos realizados por la policía.[10]

Carlín sobre la forma en que la policía reprimió las protestas delParo Nacional Agrario provocando la muerte de 4 manifestantes. La República, 21 de febrero de 2008.

El gobierno se negó sistemáticamente a reconocer lo masivo de las protestas en el Cusco, al igual que minimizó la contundencia del Paro Nacional Agrario. En vísperas del paro de 48 horas el primer ministro sostuvo que “afortunadamente el pueblo del Cusco se ha dado cuenta que no pueden seguir a irresponsables que llaman a tomar el aeropuerto y a tomar la línea férrea. Ellos saben que eso es como cortarse la yugular, entonces obviamente pues los han aislado. Se han separado de ellos en buena hora. Pero fíjese como es absurdo que elementos comunistas, comunistas -- no son radicales, es darles el beneficio a ellos, son comunistas, extremistas, ultras -- que lo único que quieren es crear el caos y la violencia en el país”.[11] Algo similar aseguró la ministra de Comercio Exterior y Turismo.[12] Por su lado el presidente García, al tiempo que había felicitado a la policía por su actuación que resultó en muertes de campesinos, se despachó asegurando que las protestas estaban reducidas a “unos extremistas [que] llaman la atención por la vía de la destrucción y la violencia queriendo paralizar la ciudad"[13]. "Tenemos información que mucha gente que todavía responde a filiaciones terroristas, no solo senderistas y que se ha visto frustrada por la interrupción de sus designios y deseos de los últimos años, ahora esta impulsando, incitando y moviendo" [14].

Sin haber existido alguna ‘violenta protesta’ en el Cusco, estas ya habían sido inventadas y criticadas no solo por el gobierno sino también por no pocos medios de comunicación limeños.
Esto encendió aun más la indignación de la gran mayoría de cusqueños. Las declaraciones de representantes del gobierno eran insultantes de cualquier forma que se las leyera: los cusqueños no eran capaces de tener iniciativa propia para protestar, eran ignorantes manipulables por un pequeño sector de líderes radicales, y eran calificados de terroristas por protestar pacíficamente. El 21 de febrero la ciudad amaneció tomada por una cantidad impresionante de policías antimotines. Al destacamento local se sumaron contingentes de Arequipa y Lima. Sin embargo la protesta en el centro de la ciudad siguió siendo pacifica aunque se expresaba claramente la indignación frente a las palabras de representantes del gobierno en frases como “No somos terroristas, somos cusqueñistas”, “Alan terrorista, el Cusco te repudia”, entre muchas otras que coreaban diferentes organizaciones.

Masiva y pacifica participación de instituciones, gremios y asociaciones en el paro de 48 horas. Aquí el temible gremio de Construcción Civil con policías acompañándolos. Foto del autor.



La Federación Departamental de Campesinos del Cusco marcho con un crespon negro en luto por la muerte de 4 campesinos en las protestas del Paro Nacional Agrario. 22 de febrero. Foto del autor.

“No somos terroristas, ni unos cuantos… Queremos la inversión respetando el patrimonio y nuestra dignidad… Escuchen limeños ignorantes”. Radicales extremistas en las protestas del Cusco. 22 de febrero de 2008. Foto del autor.

22 de febrero de 2008. Foto del autor.

Pero, quizás para satisfacción de ciertos sectores del gobierno, se produjeron hechos aislados de violencia: el intento de un grupo de estudiantes universitarios de derribar un muro del aeropuerto quienes fueron rápidamente dispersados por la policía, el quiebre de vidrios de las oficinas de dos compañías aéreas, los bloqueos de carreteras y de la vía del ferrocarril Cusco – Machu Picchu.

Subrayo que estos hechos han sido malintencionadamente magnificados. De la terribilísima violencia ocurrida en el aeropuerto resultó detenida una horda de 6 estudiantes universitarios los cuales fueron liberados horas después. Tal como el representante de la Federación Universitaria Cusco sostuvo, dada la extensión de los muros del aeropuerto, si su organización se hubiera propuesto tomar el aeropuerto lo habría hecho con suma facilidad. Los vidrios destrozados de las oficinas de LAN y Star Peru son hechos condenables ciertamente, pero no por eso dejan de ser aislados.[15] Respecto a los bloqueos de la vía del tren y las carreteras se ha insistido que se trata de actos delictivos, lo que estrictamente es cierto. Pero también habría que preguntarse, ¿qué otras formas tienen las poblaciones rurales que son sistemáticamente ignoradas por los gobiernos de hacer notar su protesta? Un paro sin bloqueos de carreteras en el Perú es como un jardín sin flores. Estos bloqueos se han hecho, se hacen y se harán en los paros pues es una manera efectiva de hacer sentir una protesta que de otro modo sería simplemente ignorada. El bloqueo de las vías férreas era aun más predecible dada la antipatía que ha generado en el Cusco la empresa PeruRail que tiene el monopolio del tren Cusco - Machu Picchu.[16] Estos bloqueos, si bien son acciones que afectan derechos de terceros, no desataron la violencia que se produjo solo dos días antes en el Paro Nacional Agrario.

El 22 la paralización fue total y mucha más gente salió a protestar. El ambiente sin embargo fue pacifico. Quienes protestaron en Sacsayhuaman en ningún momento impidieron o atacaron a quienes visitaban el complejo inca. A diferencia de lo que dice el gobierno y del eco que de esto hacen algunos medios de comunicación capitalinos, las protestas en el Cusco han sido notablemente masivas, con participación y apoyo de la mayoría de los cusqueños, y salvo algunos actos aislados, estas protestas han sido también notablemente pacificas.

Todas estas protestas en el Cusco no son ni remotamente comparables con lo que sucedió, por ejemplo, en Arequipa el 2002 donde las protestas dejaron dos muertos, cientos de heridos y detenidos, más de cien millones de soles en pérdidas en infraestructura y un presidente que tuvo que dar marcha atrás en la privatización de empresas eléctricas y pedir perdón al pueblo arequipeño. Los motivos de las protestas y los adjetivos lanzados desde Lima tienen una sorprendente similitud con lo que ahora ocurre en Cusco: un presidente que incumple sus promesas electorales, masivas protestas contra medidas que promueven privatizaciones o concesiones de bienes públicos, imposición de estas medidas desde la capital y descalificación de quienes cuestionan estas. Incapacidad de muchos actores desde Lima de ‘entender’ las protestas, y la proliferación de adjetivos como irracionales, politiqueros, trasnochados, extremistas. Lo que se dice de las protestas cusqueñas guarda un aire de familia con la publicidad del gobierno que promocionaba la privatización de las empresas eléctricas arequipeñas el 2002:

En el spot se aprecia a un hombre de edad madura que se niega a conocer los beneficios de la privatización y se tapa los ojos y los oídos, mientras le ruega a su hijo que no siga hablando del inoportuno tema. La madre se encarga de zanjar el tema diciéndole al hijo: "no insistas, a tu papá ya le cayó la nevada"
Para el alcalde de Arequipa, Juan Manuel Guillen el comercial ha dañado la susceptibilidad de todo el pueblo arequipeño. "la población arequipeña es una población muy rebelde es cierto, pero muy racional también. De manera que hacer ver que nuestra nevada es mas bien una situación de irracionalidad, de sordera, es en contra de nuestro comportamiento"[17]

Luego del paro de 48 horas el gobierno guardó silencio por unos días. Ya construida la imagen de extrema violencia irracional de la que habían sido capaz un grupúsculo de extremistas terroristas que habían manipulado a gran parte de la población cusqueña, fue relativamente fácil mostrar como legítima la cancelación de Cusco como subsede de las reuniones de APEC. Sostengo que esta decisión obedece primordialmente al propósito político de desautorizar y criminalizar las protestas. no solo en el Cusco, sino también aquellas que se vienen suscitando en muchas regiones del país. Un primer paso en esto fue gastar fondos públicos en un comercial en el que una alemana mortificada decía que iba a recomendar que nunca nadie venga a visitar el país, multiplicando así una imagen que supuestamente el gobierno esta interesado en neutralizar. Con la decision de eliminar al Cusco como subsede de la APEC el gobierno esta logrando danar la imagen del Cusco y del pais como destino turístico muchísimo mas que lo que pudieron haber hecho las protestas. Más allá de esto, el lenguaje que utilizó el representante del gobierno, el ministro de defensa Antero Flores Aráoz, para comunicar esta decisión es muy ilustrativa de la actitud que hay en ciertos sectores de la capital respecto a quienes pensamos distinto que ellos en otras regiones del país:

Los violentistas no quieren que los miembros de APEC vayan a Cusco. El resto de cusqueños han estado silentes, han callado en todos los idiomas, o sea, en lugar de expresar su protesta por los hechos de violencia, se han quedado callados, con lo cual han aceptado en alguna medida esa violencia, con ese silencio que llamaríamos cómplice […] Muy bien viejito, no se va ha realizar, no quieres que sea en el Cusco, no será en el Cusco, ellos mismos lo deciden […] que se queden con su Machu Picchu.[18]

Aquí se repiten varias ideas que se han dicho en coro desde Lima y que son falsas: Las protestas han sido esencialmente violentas. Las protestas se deben a unos pocos manipuladores extremistas. El resto de los cusqueños o somos unos irresponsables borregos que siguen a una minoría violentista, o somos unos cobardes que no nos oponemos a esta pequeña minoría. Pero aquí además es claro un discurso de desprecio, de superioridad, y de exclusión del Cusco de la nación.[19] No sorprende que este mismo personaje haya tenido antes infelices expresiones respecto a los serranos que no necesitan ningún comentario: “¿Les vas a preguntar a las llamas y vicuñas sobre el TLC?”.

El gobierno central no trata a los cusqueños que han protestado como ciudadanos de un mismo país, sino como subordinados que no saben cual es su lugar, inferiores irracionales, niños con pataleta. Y esto, ojo, no se reduce a los cusqueños. El 2002 fueron los arequipeños, y hace unas semanas los campesinos que protestaban en todo el país. El gobierno central actual tiene esta misma actitud frente a los que disienten desde las regiones y se comporta irresponsablemente, desconociendo acuerdos, prometiendo y no cumpliendo, tratando de imponer arrogantemente medidas a todas luces irracionales como aquella del tercio superior y, en el caso del Cusco, provocando aun más a una población que ya está bastante irritada.[20]

La reacción, claramente predecible, a esta decisión ha sido una indignación aun mayor en la mayoría de la población cusqueña ante lo que es visto como una prueba más del esencial anticusqueñismo del gobierno y buena parte de los medios capitalinos. Ante estas nuevas expresiones ofensivas de representantes del gobierno, la reacción mayoritaria de la gente de a pie en el Cusco está bien representada por las declaraciones de un regidor de la Municipalidad Provincial: “No pasará nada si el gobierno decide excluir a Cusco de las sedes del APEC. Con APEC o sin APEC los visitantes vendrán a Cusco y todos los cusqueños los recibiremos con los brazos abiertos”.[21] Tal como están los ánimos en el Cusco, en gran medida gracias a las brillantes medidas y expresiones del gobierno, las protestas en la región están bastante lejos de haber concluido.


[1] En lo que sigue, me centrare en el caso de la ley 29164 por ser la central en el conflicto que se ha desatado. La 29167 que promueve el otorgamiento de licencias de edificación, ampliación, y remodelación de establecimientos de hospedaje con un periodo perentoria de 15 días o la aplicación del silencio administrativo. Esta ley es criticada porque facilitaría que se dañara mas aun la arquitectura monumental del Cusco con el fin de construir hospedajes y hoteles.

[2] Editorial. El Diario del Cusco. 24 de enero de 2008.

[3] Tan es así que no hubo un solo detenido en todo el paro. El único incidente fue la desfiguración de la escultura de Haya de la Torre que fue llevada a cabo la noche anterior por desconocidos.

[4] Pueblo Cusqueño defendió su patrimonio en forma masiva y cívica. El Comercio del Cusco. 8 de febrero de 2008.

[5] Editorial. Si a la inversión privada en turismo. El Comercio. Lima 8 de febrero de 2008.

[7] Cusco perdería su derecho a ser una de las sedes de APEC. Peru21, 15 de febrero de 2008.

[8] Bullard, Alfredo. Los Incultos. Peru21, 18 de febrero de 2008.

[9] Faverón, Gustavo. Los “cojudos”. Motivos para creer que el gobierno desprecia al pueblo. Puente Aéreo, 19 de febrero del 2008. puenteareo1.blogspot.com.

[10] Una de las personas muertas en Ayacucho tenía dos balazos en la cabeza, la otra tres. Los impactos fueron recibidos por la parte posterior. En opinión de distintas bancadas de la oposición en el Congreso, el informe que ha dado el ministro del Interior sobre estas muertes es poco convincente y además entra en clara contradicción con reportes policiales que se hicieron el mismo día de los sucesos. Todo indica que a pesar de la monumental ineptitud del ministro Alva y de estos cuatro muertos que pesan sobre sus hombros, seguirá entornillado a su sillón ministerial.

[11] "Cusco se ha dado cuenta que dirigentes que promueven paro son irresponsables". Entrevista a Jorge del Castillo. El Comercio 17 de febrero de 2008. Transcripción del audio en la página web.

[12] La ministra Aráoz: 'El paro de 48 horas en el Cusco le hace daño al país' El Comercio 21 de febrero de 2008.

[13] Las manifestaciones son un chantaje al país, sostuvo el presidente Alan García. El Comercio, 21 febrero 2008.

[15] Esta violencia obedece no solo a que estas empresas no estaban acatando el paro sino también a la particular animadversión que se ha desarrollado particularmente contra LAN.

[16] Este malestar con PeruRail no está presente solamente en los sectores populares sino también inclusive gremios como la Cámara de Comercio del Cusco o la Asociación de Agencias de Turismo del Cusco. Su carácter monopólico se torna evidente en hechos tan elementales como el negarse sostenidamente a aceptar tarjetas de crédito

[18] Cusco no será sede de APEC. El Diario del Cusco, 28 de febrero de 2008.

[19] Ver Bruce, Jorge. Heridas Profundas. Peru21, 2 de marzo de 2008.

[20] Ver Bruce, Jorge. Crítica de la sinrazón pura, y Pedraglio, Santiago. García no esta solo…gracias a Dios. Ambos en Peru21, 24 de febrero de 2008.

[21] Visitantes no perderán ocasión para venir a Cusco haya o no APEC. La Primera Cusco, 28 de febrero de 2008.

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