jueves, 4 de septiembre de 2008

"Puesta en valor”: La investigación arqueológica y el INC

Puesta en valor es una frase que de tanto repetirse, al menos en el Cusco, uno ya termina por no darle importancia. Es usada sobre todo cuando se discute la restauración de algún sitio inca por el personal del INC (tambien ciertamente usada para las restauraciones de templos en general arquitectura colonial).

Pues bien. Para poner en valor un sitio inca lo que el INC hace es primero una excavación a cargo de arqueólogos. Se han ido poniendo en valor muchos sitios inca desde que tengo uso de razón. Lo que yo suponía hace buenos años, como buen antropólogo con mi corazoncito de arqueólogo, es que todas esas excavaciones brindaban nuevos conocimientos sobre la sociedad inca, conocimientos que no eran accesibles a través de la lectura de las crónicas o del trabajo de archivo. Pero hace también buen tiempo me percate que esto no es así. Estas tantas excavaciones no han aportado sustancialmente ningún nuevo conocimiento. ¿Qué es lo que pasa?

Básicamente cuando el INC hace excavaciones para poner en valor un sitio, estas son bastante distintas de lo que se hace cuando los arqueólogos van a excavar para estudiar un sitio. Básicamente se hace una excavación bastante descuidada, con muchos obreros, muy pocos arqueólogos que puedan vigilar que esta pasando. Basta decir que en las excavaciones que se están llevando a cabo actualmente en Saqsaywaman ni siquiera se están usando las zarandas más elementales. Todo indica además que estas excavaciones se llevan a cabo sin tener en la cabeza algún tipo de hipótesis, pregunta, aparato conceptual que se este cuestionando que es lo que este sitio en particular puede ayudarnos a esclarecer sobre el pasado inca. El resultado son informes que tienen un montón de datos sin analizar que a última hora sirven para poco o nada. Estas excavaciones, pues, destruyen evidencia arqueológica invaluable e irrecuperable.

Un problema adicional es que cuando al INC se le ocurre poner en valor un sitio inca, se excava todo el sitio, se barre con todo. Esto es algo que ningún arqueólogo investigador se atrevería a hacer, salvo que el sitio fuera a ser inevitablemente destruido en un futuro cercano (como cuando se hace una represa que va a inundar todo un valle por ejemplo). Esta práctica ética arqueológica se debe a que se deja parte del sitio para que futuros investigadores puedan excavar con otras preguntas en la cabeza, con otras tecnológicas quizás más finas y que se pueda seguir avanzando en el conocimiento de las sociedades pasadas. Bueno, esto el INC no lo hace, simplemente arrasa con todo.

El resultado de las puestas en valor es pues un sitio que se ve espectacular pero que como fuente de conocimiento esta absolutamente destruido. Esta práctica es lo mismo que quemar todas las hojas de todos los libros de una biblioteca antigua para restaurar los lomos y los estantes. Bien chévere se ve la biblioteca, pero todas sus posibilidades de generar conocimiento están absolutamente destruidas.

Mas aun, los sitios inca puestos en valor por el INC generan problemas hasta para el estudio de la arquitectura pues no son pocas las estructuras que se añaden, reconstruyen e inventan de la nada. Un ejemplo reciente y escandaloso son los “muros incas” de la calle Awaqpinta que dan hacia el Kusikancha (lo que era el cuartel del ejercito en Maruri). Todos los que tenemos algo de memoria sabemos que esa callecita era mucho mas ancha y que esos muros que ahora vemos simplemente no existían. (Lo que si sorprende y es digno de admiración es la calidad con que los canteros contemporáneos pueden imitar muros inca…pero si se dan cuenta esos muros tienen piedras de distintos colores provenientes de distintas canteras… algo que los incas no solían hacer). Las puestas en valor del INC son quizás el problema mas grave para el estudio de la arquitectura inca en la región del Cusco.

Es muy lamentable que esto siga sucediendo… y las causas del problema son múltiples. Por un lado esta el problema del INC en si mismo y por otro, me atrevo a decir, la calidad académica que ofrece el programa de arqueología de la UNSAAC (que ahora no tiene perdón para no investigar o mejorar todo el aparato de investigadores y equipos… pues para eso le cae harta plata del gas de Camisea…pero parece que lo usan en construir mas y mas edificios en lugar de preocuparse por mejorar el nivel académico). Y claro, también hay una presión por tener mas y mas atractivos turísticos, lugares espectaculares en los cuales tomar fotos chéveres.

¿Que hace el estado, el INC por conocer mas de nuestro pasado prehispánico? ¿Qué nuevo conocimiento se ha generado sobre esas sociedades desde el Estado? La respuesta es muy poco o casi nada. Es muy triste. Lo que sabemos se lo debemos a algunos testarudos, heroicos y quijotescos arqueólogos nacionales y a investigadores extranjeros.

En este escenario, resulta obvio que iniciativas legislativas como la Ley 29164 (la llamada ley Bruce que ocasiono fuertes protestas en el Cusco), apuntan en esa dirección: La cuestión es poner en valor, cuanto más rápido y barato mejor, los sitios prehispánicos pensando única y exclusivamente en el turismo. Y debe quedar claro que no es que odie el turismo ni nada por el estilo. Es simplemente que se puede mejorar muchísimo la forma de manejar nuestros recursos arqueológicos sin que esto signifique obstruir o bloquear el desarrollo turístico del cual viven no pocos cusqueños y en el futuro ojala muchos mas peruanos.

Foto tomada de aquí.

2 comentarios:

qc.carlos dijo...

La historia de las civilizaciones indígenas andinas en Perú, anteriores a la invasión hispánica, es una tarea que queda como reto para nuestra y las próximas generaciones.

Podemos comenzar por nosotros al mencionar la existencia de las mismas sin esperar que académicos europeos y europeizados nos den el permiso. Podemos tambien valorar, visitar, honrar nuestros centros sagrados indígenas que quedan. No todo lo hace el estado, menos aun un país racista y centralista como Perú.

Saludos.

KAL dijo...

MUY BUENAS NOCHES:
1.- Ciertemente la conservación del patrimonio no solo es tarea de Arqueólogos sino también de Historiadores, arquitectos lo cual demostraría que es un trabajo multidisciplinario. Así que hecharnos la culpa es muy fácil, además no olvidemos que los primeros trabajos de restauración fueron hechas por Antropólogos (Un poco de memoria por favor). Además que los trabajos de conservación de los sitios arqueológicos se hicieron para prevenir el crecimiento urbano desordenado. Y me pregunto:
¿DONDE ESTAN LOS ANTROPOLOGOS QUE TIENEN QUE REVALORAR, CONCIENTIZAR E IDENTIFICAR A LA POBLACION CON EL PATRIMONIO CULTURAL?
Atentamente
K.A.L.